9/8/10

Malas decisiones.

Hoy es uno de esos días en que quieres llorar, pero no te salen las lágrimas. Miren, les cuento: Desde hace como cinco, seis o siete años -la verdad ya ni recuerdo con exactitud cuántos son- he venido cargando problemas, que si bien no son la gran cosa, sí han sido como una "piedrita en el zapato" y cada día/mes/año que pasa siento que se hacen más y más grandes.

El más representativo y el que me tiene al borde de la depre, la tristeza y, por qué no, me hace pensar en lo pendeja que he sido fué el preciso momento en el que dejé mi único trabajo -me gustaba y por una mala decisión lo abandoné- y todo por hacer caso a lo que me decían... Que si me podía conseguir algo mejor, que no era un trabajo digno que no había estudiado para terminar así... ¡bah! ahora que lo pienso detenidamente tendría que haber continuado y otra sería mi historia. Y si se preguntan de qué trabajo hablo es tan simple como ser docente. Así es, yo era docente en una Prepa.

Años después, cuando recuerdo esos momentos no puedo evitar pensar en esa mala decisión: en ese año estaba estudiando inglés, tenía un salario acorde a lo que trabajaba -10 horas a la semana- y me gustaba estar frente a chicos que escuchaban lo que decía... Ahora no he podido conseguir un trabajo. Creo que soy un fracaso.

Después de dejarlo, comencé un negocio familiar -¿qué tiene de malo eso? se preguntarán. En realidad nada, salvo que nada salió como lo esperábamos- Les cuento: resulta que por esos tiempos a mi papá se le metió la loca idea de querer imitar a sus hermanos y se quiso "asociar" con uno de ellos que vende piratería en Tepito, así que de ahí comenzó todo. Comenzamos a maquilarle el producto y a los dos meses que nos manda a la fregada. Ya se había hecho la inversión -muy fuerte- como para que se quedara ahí la mercancia; mi hermano comenzó con la iniciativa de comenzar a vender y seguir maquilando. Todo iba muy bien, había buenas ventas, teníamos un salario... hasta que la envidia de mi papá hechó todo a perder. Que si vendiamos mucho y él se quedaba con poco, que si había "tranza". Decidimos dejar por la paz el negocio y comenzar con la búsqueda de trabajo. Sólo que no contamos con un pequeño detalle: Habían pasado algunos años, sin experiencia, la edad pesaba. ¿Cómo explicas que trabajaste en el comercio informal? No suena muy atractivo para las empresas. Así que decidimos retomar el negocio de nuevo. Obviamente hubo muchos problemas; alguna vez nos robaron mercancía y no nos creyeron; el dinero siempre fue el problema ya que en estos ultimos años hemos trabajado gratis...

¿Saben? Soy bien pendeja por no saber tomar decisiones, por haberme dejado llevar por el dinero y la comodidad y, ahora, tengo que vivir con eso. Tengo que olvidarme de esos sueños que tenía. Obviamente nunca escribiré en una revista y, mucho menos, podré dirigir un video o tomar fotos por todo el mundo. Nunca viajaré a esos lugares con los que soñaba cuando era pequeña. Me quedaré en la sombra por no haber tenido las agallas suficientes como para decir "yo quiero hacer esto y me vale lo que piensen".

De ahora en adelante ya no espero nada, ya no creo en nadie. Simplemente aplicaré una frase que me gusta mucho "vive y deja vivir".

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